¿Quién inventó la primera máquina de coser?
Aunque ahora nos parezca lo más normal del mundo acudir a un establecimiento como Pineo Industrial y adquirir máquinas de coser industriales baratas, lo cierto es que el camino hacia la comercialización de estos aparatos fue más largo de lo que muchas personas piensan. De hecho, la historia de las máquinas de coser está repleta de anécdotas, algunas de las cuales nos gustaría compartir contigo en este post.
Todo se inicia en Londres en el año 1755, momento en el que el alemán Charles Weisenthal patentó un tipo de aguja que permitió dar el primer paso hacia la costura mecanizada. Pero no sería hasta el año 1789 cuando Thomas Saint diseñara una máquina de coser más similar a las que hoy existen (solo su diseño, no su fabricación). Sin embargo, su diseño tardaría otros años más en ser convertido en realidad, siendo en 1830 el momento en el que Barthelemy Thimonnier fabricó la primera máquina de coser, construida íntegramente de madera y con una especie de púas que funcionaban como agujas. Estamos por lo tanto, ante el padre de las máquinas de coser.
Gracias a una licencia otorgada por el Gobierno de Francia, Thimonnier construyó un lote de 80 máquinas más que iban a estar destinadas a coser los uniformes del ejército francés. Pero en ese momento se produjeron una serie de incidentes que retrasaron la fabricación en serie de las máquinas de coser, ¿te imaginas qué pudo ocurrir?
Los sastres frenaron su desarrollo
Pues una noche, un grupo de sastres se organizaron para entrar en la fábrica en la que trabajaba Thimonnier y destrozaron todas las máquinas de coser, máquinas que veían como una amenaza para sus puestos de trabajo. Y como este incidente volvió a repetirse en forma de asaltos y fuegos provocados, Thimonnier no tuvo más remedio que trasladarse a Inglaterra con la única máquina de coser que consiguió salvar. Y allí desarrolló su proyecto empresarial de crear máquinas de coser, al que uniría posteriormente una fábrica de ropa elaborada con esas máquinas.
Máquinas de coser domésticas
La contribución de Thimonnier fue determinante para la proliferación de las fábricas textiles. Pero de nuevo tendríamos que esperar unos años, hasta 1846, fecha en la que Elias Howe patenta la primera máquina de coser doméstica automática, un dispositivo pensado para que todo el mundo pudiera tener una máquina con la que coser de manera sencilla y rápida.
Sin embargo, un problema de patentes mientras Howe probaba fortuna en Inglaterra con su negocio de máquinas de coser, hizo que la famosa marca Singer copara el mercado de la fabricación de las máquinas domésticas, convirtiéndose en la primera gran multinacional de referencia.
¿Qué te parece este breve repaso por el nacimiento de las máquinas de coser? Como te decíamos, aunque hoy en día, las máquinas de coser industriales baratas son una realidad, el camino para conseguirlo fue arduo. Afortunadamente, las cosas han cambiado mucho y las máquinas mejorado notablemente sus prestaciones. En Pineo Industrial encontrarás una gran variedad de modelos, solo tienes que echar un vistazo en nuestra página web.
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