Para entender los ojales con máquina de coser industrial, comenzaremos por ver los tipos de ojales que hay y qué características tienen.
Tanto si utilizas una máquina de coser Pfaff industrial como si utilizas una Pegasus o cualquier otra marca, este artículo te resultará muy útil.
Ojales con máquina de coser industrial
Antes de entrar en materia, definiremos lo que es un ojal: es el agujero por el que pasa el botón en una prenda.
Normalmente tiene forma alargada, rematado en los bordes. Su disposición puede ser vertical u horizontal, dependiendo de lo que se desee, y se puede coser a mano o a máquina.
Según la forma pueden ser: básico, extremo redondeado, extremo redondeado abierto, extremo redondeado dos pasos, doble redondeado, ojo de cerradura, ojo de cerradura dos pasos, bordado.
Dentro de los hechos a máquina existen varias calidades que determinan los tipos dependiendo de:
- La densidad de puntada
- La propia puntada
¿Por qué es importante el ojal?
Este refuerzo de los cantos es necesario porque sin él, la tela comenzaría a deshilacharse y terminaría por romperse. Además, el buen acabado de un ojal le otorga calidad a la prenda.
El ojal no es la parte más llamativa de la prenda, suele pasar desapercibido. Si deseamos crear un efecto estético llamativo a partir de este pequeño detalle, podemos utilizar un color en contraste con el resto de la prenda. Lo habitual es que los ojales tengan el mismo color de la tela, por lo que nos brindan una buena oportunidad para innovar.
La confección original
Antes de que existieran las máquinas de coser, los ojales se hacían a mano.
Este tradicional proceso se hace prácticamente al final de la confección, cuando se está terminando la prenda.
Normalmente, los ojales se hacen sobre un dobladillo, atravesando ambas telas.
El proceso tradicional consta de los siguientes pasos:
- Marcar el ojal: se marca el ancho del botón para determinar el tamaño del ojal.
- Reforzar los puntos: tras hacer el pespunte de extremo a extremo, se deben reforzar los puntos de dichos extremos con una línea perpendicular para evitar que el ojal se vaya abriendo de más.
- Abrirlo: es el momento de cortar y obtener el agujero final. Hay que hacerlo con mucho cuidado para no cortar los puntos que ya hemos dado.
- Poner el botón: el último paso es coser el botón en el punto que hayamos determinado para que coincida con el ojal.
El proceso industrial
¿Es mejor un ojal hecho a mano o a máquina?
Pues la verdad es que no depende tanto de quién lo haga, sino de cómo. Hay ojales hechos a mano con un aspecto descuidado, y otros hechos a máquina con acabados impecables. Por supuesto, esto también ocurre al contrario.
La conclusión es que los ojales con máquina de coser industrial serán de excepcional calidad si la máquina utilizada es buena.